Los ingredientes tienen que estar a temperatura ambiente. Unos 21 grados es lo ideal.
Primero tenemos que batir la manteca hasta volverla cremosa. Luego le agregamos el azúcar y seguimos batiendo bien hasta lograr un buen cremado o emulsionado.
En este momento agregamos la esencia de vainilla y luego los huevos de a uno. Es importante incorporar bien cada uno hasta agregar el siguiente. De esta manera se amalgaman mejor todos los ingredientes y se logra acumular buena cantidad de aire a la preparación. Esto nos dará un budín esponjoso y aireado. (Si no se bate lo suficiente el budín quedará más compacto que aireado).
Tamizar la harina junto con el polvo de hornear e incoporar primero 1/3 que absorberá los líquidos y permitirá que el resto de la harina se amalgame mejor. (La incorporación de la harina no nos debe llevar más de un minuto de mezclado o batido liviano. Si Seguimos batiendo se desarrollará el glúten y nos quedará un budín elástico y chicloso.)
Colocar la mezcla hasta 3/4 de una budinera enmantecada y enharinada de 24 cm de diámetro con tubo central o en moldes de budín inglés. Hornear a 170ºc de 30 a 40 minutos aproximadamente.
Comprobamos que está listo cuando introducimos un palillo o cuchillito hasta el centro y sale seco.