Pelar los mamones o papayas y cortar en gajos gruesos. Sumergir los mamomes en agua con ceniza por unas horas. Colocar los gajos de mamón en una olla y cubrir con azúcar. Dejar reposar una noche. Pasada la noche, cocinar a fuego muy bajo por 4 horas aprox. Hasta que tomen un color colorado. Conservar un frasco esterilizado.