Pelar el jengibre y cortarlo en trozos, mixear. Colocar el puré obtenido en un lienzo y exprimirlo para que salga el jugo y reservar.
Mezclar todos los ingredientes líquidos (jugo de jengibre, agua, miel) e ir agregando a la harina con sal y azúcar. Trabajar la masa hasta que quede todo bien unido y hacer una bola.
Estirar con palote la masa. Cortar rectángulos de 4 cm de largo y 2 cm de ancho.
Con un cuchillo hacer 3 cortes paralelos a lo largo en cada pieza. Abrir la lámina por la parte central y pasar por allí un extremo retorciendo así la masa.
Freír en aceite a 150°C durante algunos minutos. Escurrir en papel absorbente y pincelar con almíbar. Servir algunos con azúcar impalpable y otros con miel y almendras picadas.