Cortar la cebolla y el morrón en juliana, el ajo en láminas finas y la panceta en tiritas. Saltear todo junto hasta transparentar.
Cortar la espinaca en tiras finas eliminando los cabitos.
Estirar las tapas lo más fino posible formando dos rectángulos. Superponer una masa con otra 2 centímetros.
Colocar la mitad de la espinaca cruda sobre el lado de la masa más cercano a nosotros. Arriba poner el salteado con el queso cortado en cubos. Y por último cubrir con el resto de la espinaca cruda.
Pintar la masa con aceite de oliva o manteca derretida y enrollar hacia delante. Cerrar las puntas hacia adentro.
Cocinar a horno medio (180ºc) de 20 a 30 minutos. La idea es que quede dorado. Si le falta, cocinar un poco más o subir el horno al máximo en los últimos 5 minutos.